Beeeeeeh – Making-Of Hey, this photo is ©

Beeeeeeh – Making-Of

octubre 1, 2013 Hipoxia

Esta Foto me trae grandes recuerdos, no solo desde el punto de vista del Fotógrafo, supuso un reto conseguir dirigir a 5 personas al mismo tiempo, en un entorno un tanto incontrolable y con el handicap de que había muy poco tiempo para hacerla, si no además de lo cómico de la situación (que explicaré más adelante) y de como la gente se animó a participar en ella, gracias a Rubén, Alish, Jose, Andrés, Elena y su primo pequeño, los que dieron todo para sacar los mejor en esta loca idea, así como mi hermano. Y por supuesto a Vicente, el pastor de Tragacete.

Como escribí en su día: “Duro es saber, que no la mirarán por más de 2 segundos, pero para preparla ha hecho falta muuuucho curro, convencer a tu hermano para hacer de relaciones públicas con los pastores de Beamud (cuenca), madrugar en pleno Noviembre para ir la sierra conquense (por suerte para los artistas posando era un día soleado), entrar en pleno redil con una capa de mierda de oveja de 20 centímetros, que echó atrás a alguno de los modelos, de rodillas, a grito de Beeeh beeeeh, mascando paja e intentando poner la cara más becerril posible, mientras tu hermano y el pastor  miran con cara de perplejidad, locura y descojone (dificil es imaginar una mezcla de todas ellas), simplemente, no tiene precio…..”

Ese es básicamente el resumen de como fue todo, pero en realidad todo comenzó más atrás, cuando me empeñé en mostrar de alguna forma cómo percibo la sociedad actual, de la que me siento parte y soy uno más, cada uno que saque sus propias conclusiones pero por si a alguno le queda alguna duda, esa es la idea que quería mostrar.

Quería y necesitaba irremediablemente un rebaño de Ovejas, mi hermano por entonces vivía en Cuenca y me comentó que conocía a algunos pastores de la sierra conquense, y les podía preguntar si podíamos ir, ahí empezaba uno de los problemas, como le explicas a alguien ( en la zona por normal general son pastores con unos cuantos añitos) lo que tenía en mente, así que mi hermano se lo comentó un poco por encima a una de las personas con las que íbamos a quedar, y yo me encargaría de echar un órdago insitu con lo que queríamos hacer realmente.

Era un día de Noviembre y seguía sin tener claro como había convencido a estos amigos para seguirme a la caza del rebaño, llegamos a Beamud bastante temprano, no quería tener un sol de mediodía para hacer la foto y el día era bastante soleado, tuvimos problemas para encontrar al pastor porque con los que habíamos quedado no aparecieron, así que probamos con otro que conocía mi hermano, hubo suerte…

Allí estaba este viejo hombre, cuyas manos estaban tan hinchadas que parecían de plástico, sentado en su porche de maderas destartaladas y comidas por el tiempo, siguiendo con los ojos como nos acercábamos hacia él, mientras al mismo tiempo despellejaba un cabrito que estaba preparando para vender.

 

Buenos Días! Suerte que mi hermano le conocía algo, porque por unos instantes no supe como empezar a hablar con él, no quería dejar pasar esta oportunidad de ningún modo y que desconfiara de nosotros, y así comenzamos a decirle lo que queríamos hacer, Vicente, el pastor, tenía las ovejas dentro del redil, por lo que en principio no puso muchas pegas, nos dio el visto bueno y comenzamos a prepararnos.

Para esta foto la verdad no hacía falta mucho atrezzo, una cuantas correas de cuero y alguna bola a modo de cascabel. Quería los torsos al aire del tal forma que los modelos estuvieran mezclados con los animales al mismo nivel, que fueran uno más, por eso se nos ocurrió que sería una gran idea pedirle al pastor unos cuantos cencerros, entre risas y asombro se los quitó a unas cuantas ovejas y cabritos y el mismo se los puso a Rubén y Jose. Además Elena me ayudó con unos pequeños toques de maquillaje en los ojos..

Estaba todo prácticamente preparado, solo había que meterse en el redil con las ovejas… facil no¿? Mentira, no todo el mundo está hecho para andar por el espesor de unos majestuosos 20 centímetros de mierda ovejil, que paso tras paso va aumentando el peso de tu calzado y que te añade una buena fragancia, aquí es donde Elena dio un paso atrás y se quedó al margen ayudando con los pequeños detalles. Los demás heroicamente andamos hundíendonos a cada paso y resurgiendo de nuevo.

Al llegar junto a las ovejas te asombras de lo asustadizos que son estos animales, si hay mínimo hueco abierto intentarán estar lo más lejos de tí, el redil no era lo suficientemente grande como para que no pudieran moverse, y ahí surgió uno de los principales problemas, era prácticamente imposible mezclarse totalemente con ellas, en seguida se movían y dejaban huecos que para la fotografía no quedaban muy bien.

Tuvimos pues que recurrir a… LA PAJA, de esta forma conseguimos algo más de mezcla, pero imagínese, paja en las manos, expresión, paja en la boca, grito de beeeh beeeh, que todos los elementos en una sola toma salieran perfectos era prácticamente imposible o al menos muy difícil.

Pasó menos de 3o minutos y Vicente nos comentó que tenía que seguir con su trabajo, no tuve mucho más tiempo para seguir probando y pronto se acabó el chiringuito.

Eso sí, cuando ya recogimos sacamos más botellas de vino y ya nos quedamos junto a Vicente escuchando sus historias de joven mientras todos hablábamos más y más, yo dejé el papel de fotógrafo y me dediqué a disfrutar de la tarde y de la compañía.

Gracias a todos por lo que fue esta foto!

Jorge

Related articles

Post a new comment